Encontrar soluciones para enseñar a distancia ha sido un gran trabajo para la Escuela Fernando Huerta Peña, ubicada en Lo Argentina, comuna de Pichidegua, en la región de O’Higgins. Sin contar con recursos tecnológicos y de conectividad, uno de sus profesores creó un sistema evaluativo distinto, con el fin de tener una visión panorámica de cómo están avanzando sus alumnos en sus casas.
Para la escuela, mantener las medidas de distanciamiento social y utilizar bien los recursos es esencial en momentos de una crisis sanitaria, es así como buscaron elaborar un instrumento evaluativo online, para ser compartido a todos los apoderados de la escuela a través de WhatsApp.
Conversamos con Nolberto González, encargado y docente de matemáticas la escuela, quien surgió con esta idea, pensada para suplir las dificultades de conectividad que presenta el pueblo y mantener las medidas de seguridad frente a la pandemia. “Soy profesor y encargado de una escuela rural de Pichidegua en donde tenemos muy mala conectividad, tenemos poco acceso a internet, computadores casi nada, entonces como escuela solos 5 profesores que trabajamos por asignatura.»
Esta idea nace en una reunión de Nolberto con sus colegas y la inquietud que surge de idear algún método para evaluar a sus estudiantes a la distancia, “no teníamos ningún método presencial y tampoco teníamos acceso a internet. Entonces yo plantee la idea al equipo de hacer instrumentos evaluativos en línea que nos arrojen un resultado cuantificable y cualitativo a la vez, para ver en qué nivel están los estudiantes.”
Luego de evaluar algunas alternativas, el profesor decidió utilizar la plataforma Google Form, la cual conocía y había trabajado anteriormente. “Transformamos un instrumento en una especie de prueba. De tal forma de hacerla llegar a los apoderados por WhatsApp y que los niños la pudieran responder por el teléfono. Porque todos los apoderados tenían acceso al WhatsApp.”
Fue necesario realizar una capacitación para que los demás profesores pudieran aplicar estas evaluaciones a sus respectivas áreas de enseñanza. “Después hice una capacitación al equipo para que ellos construyeran sus instrumentos en matemática, ciencias, lenguaje e historia. Además del párvulo, la pre básica también creó su instrumento.”
El instrumento, es un cuestionario que muestra el resultado del aprendizaje de actividades que los profesores han enviado a sus alumnos durante esta cuarentena, cada curso de la escuela cuenta con su propio cuestionario. “La innovación es haber tenido el acceso a todos los apoderados mediante de WhatsApp, esa fue más que nada la finalidad de este instrumento, poder tener un resultado, pero desde los recursos tecnológicos que tenemos al alcance de nuestra comunidad.”
Esta prueba online se creó en mayo, donde evaluaron las actividades enviadas a los estudiantes durante los meses de marzo y abril. Los profesores envían los enlaces a los apoderados través de grupos de WhatsApp, que lo redirige automáticamente al instrumento. “La semana que viene vamos a construir el segundo que vendría siendo lo que se trabajó en mayo y en junio.”
Este instrumento evaluativo tiene varias formas para ser respondido, desde alternativas y términos pareados, además de complementarlo con imágenes, la idea es que lo niños puedan resolver didácticamente su prueba.
Las evaluaciones se han vuelto muy útiles para los docentes, ya que los resultados han ayudado a distinguir los temas que tienen que reforzar con los alumnos. “En matemática yo visualicé de inmediato los focos donde tengo que poner atención y las actividades en que los niños tuvieron dificultades, yo en el trabajo que enviamos en los meses siguientes iban enfocados en eso. En mejorar o potenciar lo que estuvo más bajo.»
Para Nolberto y sus colegas ser flexibles en los tiempos de entrega es muy importante, por el contexto que están viviendo. Muchos de sus apoderados no tienen acceso a internet constantemente. “Damos una semana para responder el cuestionario y si vemos que un apoderado que no envió ahí se contacta al apoderado y se le pregunta porque no pudo responder y si no pudo, le damos otra semana, cuando tenga la posibilidad de conectarse.”
Como comenta el encargado de la escuela, el sector donde se encuentran es rural, entre cerros, por lo que la conectividad y los recursos de cada familia son limitados. “Hay dificultades con el tema de internet, las familias son vulnerables, son de escasos recursos. La mayoría son temporeros, entonces con todo esto de la pandemia ha sido más difícil el tema de tener acceso, entonces el instrumento nos arroja un resultado de los objetivos de aprendizaje en un cierto periodo y vamos recabando esa información.”
Se pensaron en distintas opciones para evaluar a los estudiantes, sin embargo, las otras alternativas no cumplían con los requerimientos que buscaba Nolberto, “también yo visualicé en otras escuelas, que se estaba entregando instrumentos en papel, donde iba un furgón a dejar el material a la casa y lo retiraba al día siguiente.”
Las razones que terminaron por convencer al profesor de no utilizar material impreso fueron los recursos limitados que tenía y el gasto que iba a significar transportar las pruebas, además de la seguridad de los docentes producto de la pandemia. “Es tan rápida de obtener los resultados que también nos quita un poco el agobio que tenemos como profesores, la idea surge por ahí, la necesidad de no tener contacto y que manejaba la plataforma.”
La escuela pretende seguir aplicando el instrumento en sus futuras evaluaciones, “ahora va a hacer más potente este instrumento, porque desafortunadamente ya hay contagiados en el sector, entonces este instrumento independiente si es pandemia o sin pandemia, nosotros como escuela tomamos la decisión de que se va a mantener en el tiempo.”
Para Nolberto, el apoyo de sus compañeros fue fundamental para decidirse a formular y presentar este proyecto, “tenía el temor de que me podían decir que no manejaban la plataforma o iba a hacer algo que tendría resultados muy certeros. El mérito también es del equipo. Si el equipo me hubiera dicho que no lo íbamos a poder lograr, a lo mejor yo habría desistido, por eso el apoyo del equipo es importantísimo para desarrollar esto.”
Además, todo este proyecto ha sido apoyado por el coordinador del Programa de integración escolar de la escuela (PIE), Pilar Paraguez, quien ha estado involucrada durante todo el proceso. “El instrumento yo lo confecciono, se lo envío a la profesora del PIE, les hacemos las adecuaciones y ahí recién consolidamos el instrumento. Entre los dos lo terminamos de construir, tenemos que ver todos los estilos de aprendizaje y todos los estilos de recepción.”
En épocas de crisis como esta, el apoyo entre profesores se ha vuelto fundamental, a través de testimonios, muchos docentes han podido amplificar su trabajo y servir de ejemplo para otros. “En tiempos difíciles hay que aprovechar lo que el sistema nos ofrece y gratuito y por lo tanto hay que arriesgarse, hay que tomar riesgos, como se dice aquí en el campo, el que no se arriesga no cruza el rio. Nosotros nos decidimos a arriesgar y nos ha facilitado muchísimo el trabajo.”
Este proyecto es el orgullo de la escuela y Nolberto espera que más profesores de otros lugares de Chile puedan aplicarla a sus alumnos, “yo siempre trato de darla a conocer. Es orgullo tener en una escuela tan pequeña una idea tan grande, tan potente.”