El Programa de Acompañamiento a Escuelas Rurales está a punto de comenzar y las expectativas e interés por participar ha sido alta. La convocatoria ha sido un rotundo éxito, con 54 escuelas rurales seleccionadas, dispuestas a comenzar este trabajo de tutoría para contribuir a la recuperación de los aprendizajes en lenguaje y matemática de sus estudiantes. 

En un contexto en que la educación es la piedra angular del progreso, estas escuelas rurales han demostrado resiliencia y determinación al aceptar el desafío de brindar una educación de calidad. El programa de acompañamiento les brindará apoyo directo a sus estudiantes y y profesores a través de tutorías personalizadas para contribuir al desarrollo de sus habilidades de lectura y escritura y desarrollo del pensamiento matemático. 

Las escuelas seleccionados cubren gran parte del territorio nacional, contando con comunidades educativas  desde San Pedro de Atacama por el norte, hasta Chile Chico por el extremo sur. Los docentes y/o profesores encargados están expectantes por iniciar este proceso de crecimiento y aprendizaje continuo, mientras que los estudiantes se preparan para recibir un apoyo que abrirá las puertas hacia un aprendizaje que les ofrezca nuevas oportunidades para su desarrollo personal y académico.

El programa de acompañamiento cuenta con un equipo de profesionales de la Fundación Valor Educativo y el Instituto IACC altamente capacitados en el ámbito educativo en los cuales se intervendrá. Además se contará con un equipo de más de 40 voluntarios, todos estudiantes de carreras del ámbito de la educación comprometidos a brindar un apoyo individualizado a cada estudiante, adaptándose a sus necesidades específicas y brindando soluciones innovadoras para superar los desafíos que puedan surgir.

Además del apoyo directo, las escuelas rurales también se beneficiarán de una red de colaboración y aprendizaje compartido. Para ello el Programa CREA Rural de la Fundación Valor Educativo fomentará el desarrollo de talleres y actividades formativas para los docentes participantes, el intercambio de experiencias entre las distintas escuelas participantes, y la visualización del trabajo que se desarrolle a todo el sistema educativo, creando así un ambiente enriquecedor donde el conocimiento y las mejores prácticas serán podrán compartidas y multiplicadas.

Con estas iniciativas las escuelas rurales tendrán la oportunidad de elevar sus estándares educativos, fortalecer sus comunidades y sentar las bases para un futuro pedagógico auspicioso. Serán fuente de inspiración para otras escuelas y un ejemplo de resiliencia y determinación. El camino es desafiante, pero con los apoyos adecuados y la pasión por la educación, permitirá que estas escuelas rurales estén destinadas a alcanzar grandes logros. 

¡Esperamos que este Programa sirva para ver cómo las escuelas rurales escriben su propio capítulo de éxito en la historia de la educación en Chile!