Debido a la crisis sanitaria producida por el Covid-19 muchos colegios tuvieron que reinventar su forma de dar clases. La Escuela Rural Básica de Campiche es uno de los establecimientos que optó por las clases virtuales interactivas con foco en interacción curricular, una medida que consta en hacer clases más prácticas y entretenidas.
Pilar Fuentes, profesora del establecimiento escolar, esta encargada de quinto y sexto año básico, y fue quién comenzó con las clases online interactivas, sin embargo señaló que en un principio los docentes habían determinado que la actividad principal para los alumnos iba a ser el trabajo en guías.
«Cuando me informaron que debía hacer mis clases con guías que luego iban a tener que trabajar en sus casas, trabaje una semana con esa metodología, hasta que recordé que tiempo atrás el colegio la había practicado y no salieron buenos resultados.» Afirmó la docente.
La baja señal que viven las zonas rurales era lo que evitaba a los docentes tener clases virtuales, sin embargo, Pilar Fuentes, buscó un medio de comunicación masivo y luego de preguntar a sus apoderados decidió hacer sus clases vía videollamada de WhatsApp, dividiendo los cursos en grupos de 3 a 5 alumnos.
De cuatro a cinco de la tarde tienen clases los de quinto básico, y de cinco a seis los de sexto, es por esto que cada grupo requiere de quince minutos de clases dinámicas, donde no solo se habla de materia si no que le dedican tiempo a contar anécdotas y hablar sobre la pandemia.
«Al hacer mis clases cuento historias, me río mucho, porque mas que el aprendizaje que son cortos los objetivos también nos contamos cosas que nos pasan, pensando en ellos para poder motivarlos.»
Durante las clases hacen actividades recreativas, como experimentos y tareas en grupo, no consta de evaluaciones pero si durante las sesiones van contando los mismos alumnos lo que van aprendiendo.
Otra de las medidas que adopta la profesora es dar horas extras para aquellos niños que tienen complicaciones de aprender, ya sea déficit atencional entre otros, dando una tutoría cuando termina su jornada laboral.
«Tengo un alumno que tiene una discapacidad motora, a él le preparo clases especiales para enseñarle a leer, sin embargo si queda alguna duda le dedico horas extras después de terminar las clases de todos mis alumnos.»
Además, si alguno de los integrantes llega a anunciar problemas de conexión por baja señal en la zona rural, se le modifica el horario a uno donde no se presenten los problemas.
Dado el éxito y el compromiso de los alumnos con su profesora, los docentes de la Escuela Básica de Campiche decidieron seguir los métodos de Pilar Fuentes para todos los cursos del establecimiento.